jueves, 23 de mayo de 2019

Elecciones Municipales: oda al tractorismo

A tan sólo un día de que finalice la campaña electoral para las Elecciones Municipales, Autonómicas y al Parlamento Europeo de 2019, el mundo rural está de moda. 

En esta campaña, pero también en la anterior a las Elecciones Generales 2019, los políticos de todos los partidos han visitado campos de cultivo, granjas, mercados y plazas en una lucha encarnizada por ver quién es el mayor conocedor y defensor del mundo rural y de los intereses de sus gentes y de paso arañar unos votos. Y el afán por conseguir dicho título ¿qué mejor que dar una vuelta en tractor, símbolo inequívoco de la vida rural? 

Aquí tenemos muestras de esta oda al tractorismo en que se han convertido estas campañas electorales:

Rivera ha puesto todo su empeño en desligar el nombre
de su partido con el entorno urbanita 
Casado ha querido reafirmar el compromiso de su partido 
con los pueblos en la mente de sus potenciales votantes rurales



Pero sin duda, el Goya al mejor escenario, vestuario y atrezzo 
es para Abascal, que se ha marcado esta escena inolvidable 
con el torero Morante de la Puebla

Pero esto no es nuevo, ya ocurrió en legislaturas anteriores y es una moda que resurge como ave precursora de primavera electoral cada 4 o 5 años. Dejo a continuación una muestra representativa: 

Tanto arriba como abajo, derrocho elegancia y desparpajo

¡Aparta o te atropello, mamandurria!


¿Y este cacharro no podría tirar de los trenes averiados?
- Venga majo, aguanta unas fotillos y pa casa.
- A mandar que pa eso estamos

Si quieres grano, Aitor, te dejo mi tractor
Y después de todo esto, tras todas las promesas de medidas para paliar los problemas endémicos de la España rural, los políticos se van y el mundo rural sigue su curso, cada vez más vacío y más abandonado. 

Pero no seamos agoreros, aprovechemos el momento presente que estamos de moda ¡coño!

En la campaña electoral de las Elecciones Locales 2019 hemos tenido mucha originalidad, emoción y diversión. Son más de 8.000 los municipios que se juegan su Alcaldía el próximo domingo y es difícil impactar al electorado y ser recordado. En su intento de conseguirlo, los alcaldables nos han dejado carteles de toda tipología:

Populares (cartel electoral de Beatriz Mato, 
candidata del PP a la Alcaldía de A Coruña)

Poéticos (cartel electoral de Ignacio Cabezón, 
candidato popular a la Alcaldía de Neda)
Machistas (cartel electoral de Lisardo Gabarre Motos, 
candidato del Partido Alicantino Regionalista 
a la Alcaldía de Alicante)

Feministas (cartel electoral de Saray Rodríguez, 
candidata de ciudadanos a la Alcaldía de Tías)

Sexuales (cartel electoral de Cristóbal Moreno, 
candidato del PSOE a la Alcaldía de Villanueva del Trabuco)
Degeneraos (cartel electoral de Pancho Hernández, 
candidato del PP a la Alcaldía de Tías)

Y en cuanto a los videos electorales, hemos visto de todo: alcaldables cantando, bailando, lanzándose al mar, haciendo el teatro, aleccionando a sus listas cual entrenadores de fútbol o incluso entrando en un mundo de cómic como superhéroes salvadores. 

Os dejo a continuación algunos vídeos cachondos que nos ha dejado la campaña:


Ánimo a tod@as para afrontar esa dura jornada electoral del domingo. Espero que esta entrada os sirva para relajaros en estos días previos a tan relevante cita.

¡Nos leemos!

miércoles, 15 de mayo de 2019

El acceso a la secretaría rural: un camino de rosas y espinas

La profesión de secretario/a-interventor/a o secretario/a rural es una gran desconocida para la mayor parte de la población. Hay quien piensa, por eso de secretariado, que se trata de un puesto que consiste en coger llamadas y llevar la agenda del alcalde del municipio, otros opinan que son puestos ocupados por licenciados desesperados por encontrar un trabajo, y dispuestos a recorrer kilómetros para poder tener un trabajo de oficina que les permita no menear el culo de la silla, hay quien asegura que son puestos ocupados por personas con escasa formación e incluso quien considera que son puestos para enchufados con gran servilismo hacia la persona que los enchufó. 

Y muchas de esas opiniones tienen parte de razón, pero con matices.

El hecho es que bajo el paraguas de la Secretaría-Intervención existe una gran cantidad de figuras de muy diferentes características:

- El funcionariado con habilitación de carácter nacional.

- El funcionariado interino procedente de bolsas autonómicas o municipales.

- El funcionariado de carrera de otros niveles, que desempeña el puesto de forma accidental.

La principal diferencia entre estas figuras es la forma de acceso a la función de Secretaría-Intervención. Vemos a continuación cada una de ellas: 


1. El funcionariado con habilitación de carácter nacional

La normativa que vimos en la entrada anterior (Ley 7/1985, Reguladora de las Bases del Régimen Local y Real Decreto 128/2018, de régimen jurídico de los funcionarios de Administración Local con habilitación de carácter nacional) determina que las funciones propias de este puesto están reservadas a funcionarios con habilitación de carácter nacional. Es decir, que lo normal sería que los puestos de Secretaría-Intervención estuvieran cubiertos por funcionarios que contaran con habilitación. 

¿Y qué es la habilitación de carácter nacional? Pues consiste en la superación de unas pruebas selectivas por el sistema de oposición y curso selectivo, para las cuales es necesario tener título académico de licenciado, ingeniero, arquitecto o grado. Las pruebas selectivas para el acceso a la habilitación actualmente son cuatro:

1ª. Desarrollo por escrito, en el plazo máximo de 90 minutos, de un tema de carácter general elegido por el aspirante de entre los propuestos por el tribunal en relación con los temas contenidos en la parte general y especial del temario.

Este ejercicio debe ser leído en lectura pública ante el tribunal.

2ª. Exposición oral en sesión pública ante el tribunal, durante un máximo de 30 minutos, de tres temas extraídos al azar de entre los comprendidos en el programa, dos de la parte general y uno de la parte general.

A continuación el tribunal puede entablar un diálogo con el aspirante sobre los temas de la exposición oral.

3ª. Resolución por escrito de dos supuestos prácticos, uno de carácter jurídico y otro de carácter económico referentes a las funciones del puesto durante un máximo de 3 horas, relacionados con la parte general y especial del programa y consultando textos legales. 

4ª. Traducción directa e inversa sin diccionario de una lengua oficial en las comunidades autónomas o de un idioma extranjero (francés o inglés) en una hora. Esta prueba es voluntaria.

Todas las pruebas anteriores se realizan en Madrid. 

A estas pruebas les sigue un curso selectivo de 1.500 horas de duración organizado por el Instituto Nacional de Estadística (INAP) con clases, actividades, pruebas teóricas y prácticas. En convocatorias anteriores al año 2016 este curso tenía una duración inferior, de unas 500 horas, creo recordar.

El temario para estas pruebas cuenta con 92 temas en la parte general y con 52 temas en la parte especial. En total son 144 temas (hasta la convocatoria de 2016 el total de temas era de 121). 

Se pueden consultar los temas y más detalles sobre el proceso selectivo en el siguiente enlace: Convocatoria pruebas selectivas Secretaría-Intervención OEP 2018.

La oferta anual de plazas de este tipo es actualmente de entre 140 y 150 (excepcionalmente la OEP de 2018 ha incrementado su número hasta las 200). 

Superar este proceso selectivo precisa de una media de 2-3 años de preparación, dependiendo de si se está trabajando o dedicándose íntegramente al estudio, dedicando 5 o más horas diarias a la preparación de los exámenes, del refuerzo y orientación de una academia o un preparador personal y de mucha fuerza de voluntad y sacrificio, aparte de una solvencia económica para hacer frente a la compra de temarios, preparadores, viajes para realizar los exámenes, etc. Personalmente yo me gasté más de 7.000,00 euros entre todos los gastos del proceso, lo cuál no me importó en absoluto tanto como la cantidad de tiempo invertido para ello.

Dada la escasa oferta de plazas de esta categoría y del viacrucis personal que supone esta forma de cubrir un puesto de secretario/a rural, solamente una parte pequeña de los puestos de Secretaría-Intervención se han provisto por habilitados de carácter nacional (en España existen actualmente más de 8.100 municipios, de los cuales 6.832 tienen menos de 5.000 habitantes según los datos provisionales del INE de población a 1 de enero de 2019, sin contar las mancomunidades y entidades locales menores que también son ocupadas por secretarios-interventores).

Sólo quien haya estado en este sitio sabe
el terror que se vive aquí, en la puerta del examen

2. El funcionariado interino procedente de bolsas autonómicas o municipales

La segunda figura, subsidiaria de los habilitados nacionales, son las bolsas de interinos de las comunidades autónomas o de las bolsas municipales. 

Para acceder a la Secretaría-Intervención por esta vía las pruebas son mucho más modestas. 

En algunos casos, las pruebas autonómicas consisten en concurso oposición en el que la prueba selectiva es un tipo test o resolución de casos prácticos y, en otros casos simplemente es un concurso de méritos al cuál sólo pueden acceder las personas que hayan superado alguna prueba en los procesos de habilitados nacionales que organiza el Estado o que simplemente tengan la titulación necesaria. En las comunidades autónomas en las que existe prueba selectiva y no se realiza simplemente un concurso, los temarios de las pruebas están entre los 60 y los 120 temas. 

A modo de ejemplo os dejo a continuación las bases de convocatoria de cuatro bolsas autonómicas: 


Y si eso son las bolsas autonómicas, en el caso de las bolsas municipales con difícil cobertura por su ubicación o por el alto nivel de responsabilidad, el nivel de exigencia se reduce mucho, hasta el punto de que en ocasiones se limitan únicamente a concursos de méritos y, en caso de existir pruebas selectivas, aplican temarios de tan solo 30 temas. 

En resumidas cuentas, la necesidad de cubrir puestos de trabajo poco atractivos lleva a las comunidades autónomas y a los municipios a cubrirlos sea como sea, a la desesperada. 

Examen para bolsa autonómica en preparación. 
Tensión en el ambiente

3. El funcionariado de carrera de otros niveles, que desempeña el puesto de forma accidental


Y por último, la figura de los/las funcionarios/as de carrera de otros niveles, que desempeñan las funciones de Secretaría-Intervención de manera accidental. 

Esta figura encuentra su base en el artículo 52 del Real Decreto 128/2018: "Cuando no fuese posible la provisión del puesto por los procedimientos previstos en los artículos anteriores del presente real decreto, las Corporaciones Locales podrán solicitar a las Comunidades Autónomas el nombramiento, con carácter accidental, de uno de sus funcionarios con la preparación técnica adecuada y, siempre que sea posible, que pertenezca al subgrupo A1 o cuente con una titulación universitaria".

Para la utilización de esta figura el puesto debe estar vacante o con su titular en comisión de servicios, suspensión, excedencia, incapacidad temporal o en otros supuestos de ausencia. 

Esta figura es igualmente subsidiaria de la ocupación del puesto por un habilitado de carácter nacional. 

A pesar de que en la norma parece tener un carácter temporal y de emergencia, en la práctica esta formula es más habitual de lo que parece, y en ocasiones los puestos de trabajo se desempeñan por secretarios-interventores accidentales durante décadas.

Durante mi vida profesional he pasado por dos de las tres figuras anteriormente mencionadas: las bolsas de interinos y la habilitación nacional. Por mi experiencia, afirmo que muchas de las opiniones que la gente tiene de los secretarios rurales son parcialmente verdad:

- Que los/las secretarios/as-interventores/as son secretarios de la Alcaldía, cogiendo llamadas y gestionando la agenda. A pesar de no ser lo habitual, en los municipios muy pequeños es así, ya que el secretario rural está tan sólo que tiene que coger teléfonos, abrir y cerrar las puertas del ayuntamiento, atender al público y hasta encender y apagar la caldera de la calefacción. Aunque en la norma el perfil es técnico y no de confianza, en la realidad los secretarios-interventores hacen labores de todo tipo., las cuales se añaden a la ya de por sí abultada lista de tareas a desarrollar (ver entrada anterior).

- Que son puestos ocupados por licenciados/as desesperados/as por encontrar un trabajo, y dispuestos/as a recorrer kilómetros para poder tener un puesto de oficina que les permita no menear el culo de la silla. Esta afirmación en parte también es cierta, pues las bolsas autonómicas de interinos muchas veces se nutren de este perfil para poder cubrir los puestos existentes en los municipios remotos o con menores retribuciones. Si consideramos que muchas veces estos interinos sacan las castañas del fuego en los ayuntamientos y estudian por las tardes en sus casas para poder sacar la oposición y conseguir ser funcionarios de carrera algún día, la imagen de vago acomodado se desvanece.

Esta afirmación no es cierta para el caso de los habilitados nacionales, que por su escasez tienen mayor poder de elección del puesto de trabajo y no están afectados por esa ansiedad por conseguir un empleo. No obstante, en los primeros concursos la baja puntuación con la que parten les obliga en muchas ocasiones a ocupar puestos en municipios alejados y/o menos apetecibles.  

- Que son puestos ocupados por personas con escasa formación. En un país como el nuestro con tantísimos titulados universitarios (y por tanto con tantos candidatos que cumplen el requisito de titulación necesario), no podemos afirmar que el hecho de haber superado un proceso selectivo basado en un tipo test o unos casos prácticos, como son las pruebas para las bolsas autonómicas y municipales de interinos, demuestre una gran formación. En la búsqueda de cubrir las plazas sea como sea y de contar con bolsas suficientes para ello, se sacrifica la garantía de que las personas seleccionadas cuenten con la formación suficiente necesaria para el desempeño del puesto con un resultado satisfactorio. 

Esta formación deficitaria no resulta aplicable al caso de los habilitados nacionales, ya que como hemos dicho anteriormente superan un duro proceso selectivo que les capacita para desempeñar las funciones con éxito. El hecho de que una vez se incorporen al puesto de trabajo no cuenten con la experiencia suficiente para realizarlo correctamente en su totalidad, es otro asunto más relacionado con la adecuación del temario y su concordancia con la realidad del trabajo en los ayuntamientos y con la bondad del proceso selectivo.

- Que son puestos para enchufados con gran servilismo hacia la persona que los enchufó. Si bien la norma contempla a los titulares de la Secretaría-Intervención como figuras independientes garantes del cumplimiento de la legalidad en las entidades locales, que asesoran y fiscalizan la actuación del gobierno municipal, también es cierto que elementos como el desempeño accidental de los puestos, la fijación de las retribuciones del puesto por parte de la propia Corporación o el poder de la Alcaldía de facilitar/dificultar las comisiones de servicios permiten domesticar esta figura y convertirla en un elemento dócil a los gobernantes municipales. 

Y esta posibilidad de domesticación es aún mayor en el caso de los funcionarios interinos y accidentales, ya que los funcionarios de carrera con habilitación nacional no dependen tan directamente de la Corporación y siempre pueden cesar o cambiar de destino en caso de que las cosas se pongan feas. 

Las opiniones populares anteriores no siempre resultan de aplicación a las figuras subsidiarias del/de la interino/a y del/de la accidental. Existen interinos de bolsas y secretarios accidentales que desempeñan sus funciones a la perfección e incluso mejor que algunos habilitados, que tienen interés y voluntad para formarse y cuentan con experiencia necesaria y cumplen con creces su labor de garantizar el cumplimiento de la legalidad en la actuación de las corporaciones. 

Por lo tanto, y en conclusión, mientras exista este batiburrillo de figuras bajo el paraguas de la Secretaría-Intervención, mientras no se garantice el desempeño de las funciones reservadas por funcionarios habilitados nacionales correctamente seleccionados y formados y se dejen de lado las soluciones desesperadas y de emergencia, la fama de los/as secretarios/as rurales estará en entredicho. 

Y esto conclusión va orientada principalmente hacia las administraciones encargadas de la selección y formación de los funcionarios con habilitación de carácter nacional, que deben garantizar una cobertura y reposición suficiente para los puestos de esta naturaleza, pero también para los funcionarios interinos y accidentales que ocupan puestos de esta categoría, ya que ocuparlos con la habilitación requiere recorrer previamente un camino de rosas y también de espinas que no todo el mundo está dispuesto a recorrer.  

¡Nos leemos!


¡Corre hacia la luz, Caroline! ¡Corre hacia la luz, cielo!

miércoles, 8 de mayo de 2019

Funciones de un secretariucho de tercera

Los secretarios de tercera o secretarios-interventores, en contraste con la creencia popular de que nuestras únicas labores son leer el periódico y fumar en pipa, tenemos un listado amplio de funciones y obligaciones. Y en los pueblos pequeños, como en los que yo trabajo, el listado es tan largo que casi acabamos antes citando lo que no hacemos que lo que sí nos toca hacer. En este caso, el dicho "pueblo pequeño, infierno grande" se convierte en “palabra de BOP”.

El Real Decreto 128/2018, de 16 de marzo, por el que se regula en régimen de los funcionarios de administración local con habilitación de carácter nacional ha venido a detallar más la reserva de funciones que a los habilitados nacionales hacía el artículo 92.bis de la Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases del Régimen Local. Esto es lo que dice la LRBRL:

"Son funciones públicas necesarias en todas las Corporaciones locales, cuya responsabilidad  administrativa está reservada a funcionarios de administración local con habilitación de carácter nacional:

a) La de Secretaría, comprensiva de la fe pública y el asesoramiento legal preceptivo.

b) El control y la fiscalización interna de la gestión económico-financiera y presupuestaria, y la contabilidad, tesorería y recaudación.

[...]

2. La escala de funcionarios de administración local con habilitación de carácter nacional se subdivide en las siguientes subescalas:

a) Secretaría, a la que corresponden las funciones contenidas en el apartado 1.a) anterior.

b) Intervención-tesorería, a la que corresponden las funciones contenidas en el apartado 1.b).

c) Secretaría-intervención a la que corresponden las funciones contenidas en los apartados 1.a) y 1.b)".

Es decir, que a los secretarios de tercera, como resultado de nuestra doble personalidad de secretarios y de interventores, nos tocan todas las funciones reservadas: fe pública, asesoramiento legal preceptivo, control y fiscalización interna de la gestión económico-financiera y presupuestaria y contabilidad, tesorería y recaudación. ¡Casi nada! Y si te parece poco, el artículo 2 del Real Decreto 128/2018 ha venido a engrosar un poco más la lista, determinando que corresponden a los funcionarios con habilitación de carácter nacional las funciones necesarias para garantizar el principio de transparencia, los principios de estabilidad presupuestaria y sostenibilidad económico financiera, aparte de aquellas otras funciones que les son encomendadas por el ordenamiento jurídico (si bien es cierto que en este caso dice podrán ejercer y no ejercerán o deberán ejercer).

Con solo un par de parrafitos se nos encaloma aquí la ingente labor de cumplir con las obligaciones de la actual Ley de Transparencia (tan imposible de cumplir en su totalidad como la normativa en materia de prevención de riesgos laborales o la de protección de datos de carácter personal) y la elaboración de los mil y un informes necesarios para garantizar que nuestros ayuntamientos no den un paso sin cumplir los sagrados principios de estabilidad presupuestaria y sostenibilidad económico financiera (informes para aprobación de presupuestos, para modificaciones presupuestarias, liquidaciones, Cuenta General, modificaciones de ordenanzas fiscales...). Además se nos recuerda nuestro deber de cumplir otras funciones atribuidas en el resto del ordenamiento jurídico reconociendo, aunque sea de esta manera, la labor que hasta ahora, poco a poco de manera progresiva e incremental se nos había ido imputando con cada nueva norma que se aprobaba.

Y para que no queden dudas, y que nadie escabulla sus responsabilidades (lo que popularmente se conoce como jugar al tenis) los artículos siguientes del Real Decreto 128/2018 definen con detalle qué actuaciones se consideran fe pública y asesoramiento legal preceptivo (artículo 3), cuáles se engloban dentro del control financiero y la contabilidad (artículo 4) y qué se entiende por función de tesorería y recaudación (artículo 5).

No transcribo aquí dichos artículos porque son muy extensos y porque su inclusión supondría que mi número de seguidores descendiera drásticamente, pero en virtud de la función que me ha sido atribuida doy fe pública de que los mismos ocupan ni más ni menos que cuatro páginas en el pdf de publicación del Real Decreto con la minúscula y apelotonada letra del BOE (podéis comprobarlo en el siguiente enlace: Pdf publicación Real Decreto 128/2018 en el BOE).

Para que os hagáis una idea, sin mirar la norma, y sin ánimo de exhaustividad, me vienen a la mente las siguientes actuaciones de la incumbencia de un secretario-interventor: preparar la documentación para las sesiones de plenos y otros órganos de gobierno, redactar las actas de dichas sesiones, hacer y firmar certificados, realizar los informes necesarios según la normativa y todos aquellos que soliciten la Alcaldía o un cierto número de miembros de la Corporación, rellenar las plataformas del Ministerio de Hacienda, dirigir y supervisar la contabilidad municipal, formar el presupuesto, la liquidación y la Cuenta General, rendir la Cuenta General al Tribunal de Cuentas, colgar la información sobre subvenciones en la Base de Datos Nacional de Subvenciones, colgar la información necesaria en el portal de transparencia, atender a las demandas de información de los ciudadanos y de los miembros de la Corporación, preparar las elecciones, redactar las resoluciones de Alcaldía (podríamos continuar con figuras más raras como elaborar la RPT, elaborar o actualizar el inventario… y continuar hasta el fin de nuestros días con figuras aún más insólitas como el elaborar el plan normativo anual, elaborar el plan de contratación, etc.)... y hay municipios en que a los secretarios les toca hasta coger el teléfono, abrir y cerrar la puerta, atender al público, enviar faxes, renovar la inscripción al paro de los vecinos, hacer bandos por megafonía o incluso ¡arreglar el reloj de la torre!

Y todas esas actuaciones recaen con todo su peso y masa sobre una única persona minúscula y débil: el/la secretario/a-interventor/a, una persona que puede tener además sus problemas de pareja, sus problemas familiares, sus problemas físicos y/o psicológicos, sus discapacidades e incluso sus miedos e inseguridades. ¿Y cómo hacer frente a todo ello? Pues cada uno como sabe y puede.

Algunos a estas alturas de la entrada estarán pensando: ¡Lamentos de funcionario, viven como rajaos! Otros, más leídos, dirán que el artículo del Real Decreto 128/2018, tras atribuirnos las funciones, determina que “Quien ostente la responsabilidad administrativa de cada una de las funciones referidas en el apartado 1 tendrá atribuida la dirección de los servicios encargados de su realización, sin perjuicio de las atribuciones de los órganos de gobierno de la Corporación Local en materia de organización de los servicios administrativos”, lo cuál significa que tenemos una ejército de personas a nuestro servicio y que simplemente nos limitamos a dar órdenes y lamentarnos de la dureza de nuestras vidas.

Pero amigos, en las agrupaciones de secretaría, y en muchas secretarías-intervenciones, los servicios administrativos con los que contamos son de 2 a 5 personas en el mejor de los casos, que además de colaborar en las funciones que se nos atribuyen tienen que sacar adelante la totalidad de las tareas administrativas que se realizan en el ayuntamiento.

También habrá quien piense que en las agrupaciones de secretaría, que se definen como agrupación de entidades locales con bajo volumen de servicios o recursos, poco trabajo tiene que haber. Pues bien, a esos les pediré que reflexionen, que llevar varios ayuntamientos al mismo tiempo supone que, además de tener que tener la mente muy clara para centrarte en la realidad del consistorio al que se va cada día (a pesar del constante cambio), hay trabajos que se multiplican: cada ayuntamiento tiene su presupuesto, su liquidación, su cuenta general, su contabilidad, sus contratos, sus ordenanzas fiscales, sus plenos, sus elecciones, sus programas contables, sus bolsas de trabajo, sus gestiones de personal…

Por todo lo anterior, reivindico la figura del secretario-interventor, del secretario rural, del secretario de pueblo que cada día entra en el ayuntamiento armado con sus conocimientos y con sus leyes para intentar que su consistorio cumpla en todo lo posible la normativa, que se hagan realidad los mandatos del legislador y que la administración más cercana al ciudadano sea lo más parecida posible a la visión de la misma que se plasma en las leyes. Y a veces este objetivo se consigue y otras veces no se consigue tanto, porque a pesar de las buenas intenciones y del esfuerzo de estos profesionales, existen mil y una trabas y mil y una resistencias que vencer y no siempre es posible.

Os dejo un enlace donde un secretario-interventor anónimo denuncia esta situación: Ya no se puede ser secretario-interventor (anónimo)

A pesar de todo esto, el secretario rural tiene sus enemigos, tiene sus leyendas negras y sus detractores. En próximas entradas trataremos en profundidad este tema.

¡Nos leemos!



Os dejo con un vídeo-parodia de lo desquiciante que puede resultar la acumulación de funciones en una sola persona

miércoles, 1 de mayo de 2019

¡Bienvenid@s a la línea de fuego!

Si estás leyendo estas líneas, bienvenid@. 

En primer lugar me presento: soy secretario-interventor de administración local, es decir, secretario de ayuntamiento de hasta 5.000 habitantes, puesto de trabajo conocido popularmente como secretario de tercera o secretario rural. 

Y en mi caso los adjetivos rural y de tercera le van al pelo al puesto, ya que la cosa es todavía más exagerada: no solamente trabajo en un ayuntamiento, sino que soy el secretario de una agrupación de varios ayuntamientos inferiores a 500 habitantes cada uno de ellos. Estos ayuntamientos se agrupan para mantener en conjunto el puesto de Secretaría-Intervención por no tener recursos suficientes de manera independiente y por ser el volumen de asuntos inferior al de otros ayuntamientos de mayor población.

Por lo tanto, soy un secretario rural, soy un secretariucho de tercera de pueblos perdidos y desconocidos para la mayoría, y ¡a mucha honra!

Me asignaron recientemente este destino en el concurso unitario de 2018, pero anteriormente había estado trabajando con carácter interino en otros pueblos similares y en alguna ciudad pequeña. El resultado de este concurso ha cambiado mi vida totalmente: he cambiado de domicilio, he cambiado de trabajo y, aunque solamente llevo un mes en el puesto, noto que estoy cambiando también psicológicamente. 

La verdad es que la soledad en la que me encuentro en el trabajo y en la vida y los altibajos del día a día de esta profesión, me empujan a abrir este blog para compartir mis inquietudes con quien quiera leerlas. En él iremos hablando y reflexionando sobre aspectos de esta bonita y desequilibrante labor: la utopía de la autonomía local, la desquiciada planta local española, el fantasma recurrente de la despoblación, la injusticia de los concursos de méritos, las difíciles relaciones entre políticos y secretarios-interventores, las carencias de la administración local, y abriremos también otros sabrosos y refrescantes melones. 

Espero vuestros comentarios y sugerencias, que seguro que me ayudarán a hacer mi rutinaria y gris vida un poco más emocionante y feliz. 

¡Nos leemos!




Comienza el camino. El paisaje es precioso, ¿no creéis?